En cours de chargement...
Con el toque de humor fino e irónico que le caracteriza, Irving Guerrero se va desplazando entre Eros y Tanatos. De la risa al llanto. Del sueño al ensueño. Del encuentro al desencuentro. El Zombie: ¿Qué serías capaz de hacer para recuperar tu vida? Un cuento que cambia casi por entero su significado al leerlo una segunda vez. La Hamaca: Cuento erótico. El autor hace un guiño al lector al insertar un cuento dentro de otro, de una manera por demás ingeniosa y sensual.
Asistimos a la consumación de un amor infantil. cuarenta años después. Los personajes, atrevidos e ingeniosos, seguramente sabrán alegrar a los espíritus voyeuristas. Cuadros de una Galería: Una inquieta niña pide ayuda a su contraparte de un universo paralelo para salvar su isla y sus magníficos arrecifes. La Cuarta Sombra: Con el narrador omnisciente -de ojos infantiles y pensamiento adulto- aprendemos el modo increíble en que se enfrenta una familia al arribo de un hermanito autista y la manera en que habrán de readaptarse al nuevo estatus familiar.
Las sombras nos iluminan con nuevos significados. Río Onírico: Tres ríos confluyen realidad para alterar nuestras percepciones. Dioses que se pelean por poseer el tiempo y la vida de una libélula. De un Sólo Golpe: Una manera poco ortodoxa de confrontar el bullying o violencia entre alumnos de un internado, y no salir castigado. Ingeniosa (re)solución del joven protagonista. Adagio en Mi Menor para Solista en (Des)Concierto: Prosa poética.
Las virtudes y vicios de la soledad. Amaranto - Receta para fundar una religión: Correspondencia entre hermanos. Historias personales dolorosas entrelazadas con el marketing empresarial y las religiones institucionalizadas. Cuento no apto para fanáticos religiosos ni para personas de fe quebradiza. Irving Guerrero se da el lujo de recomendar la música adecuada para cada cuento y entrar en sintonía con su estado de ánimo al entregarnos cada una de sus historias.
Festejemos y disfrutemos una y otra vez la lectura de estos cuentos. Descubriremos en ellos nuevas revelaciones y gozos, mientras esperamos su próxima obra. (adaptado del prólogo escrito por Virginia Bauche).