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La biblia es un libro de bienaventuranzas y bendiciones. las "bendiciones" brillan por todas las páginas inspiradas, como estrellas en el cielo. la misericordia de dios está en todas partes. dondequiera que veamos a jesús en la historia del evangelio, está repartiendo bendiciones, como el sol da luz y calor. siempre estaba extendiendo su mano para impartir el bien a alguna vida que lo necesitara. ahora era sobre las cabezas de los niños, ahora sobre el leproso, ahora sobre los ojos ciegos, ahora sobre los enfermos, ahora sobre los muertos, que él ponía esas manos bondadosas, y siempre dejaba algún rico regalo con su toque.
un día, esas gentiles manos fueron extendidas y clavadas en la cruz; sin embargo, incluso entonces fue en bendición que fueron extendidas, pues fue por nuestros pecados que fueron así transfijadas en el cruel madero.entonces es un hecho sorprendente que en la última visión que tenemos de jesús en este mundo, él estaba en la actitud de impartir una bendición. fue en el monte de la ascensión. había estado hablando con sus discípulos, y entonces levantó sus manos y los bendijo.
mientras los bendecía, se separó de ellos y fue recibido en el cielo. no puede haber una imagen más fiel de jesús en ningún momento de su vida que la que se presenta en esa última visión que este mundo tuvo de él. ahora, en el cielo, sigue siendo un salvador que bendice, levantando sus manos traspasadas ante dios en intercesión, y extendiendo sus manos llenas de gracia para nuestra triste y pecadora tierra.