La ironia y la satira son las "armas secretas" de estas cronicas de la vida cotidiana. Con la fuerza de la primera persona, involucrandose ella misma...
Lire la suite
La ironia y la satira son las "armas secretas" de estas cronicas de la vida cotidiana. Con la fuerza de la primera persona, involucrandose ella misma como personaje, nos enseña que el humor es une, de los caminos mas inesperados y utiles para comprendernos y especialmente comprender nuestro entorno. Todo ello dota a El principe encantado de una frescura extraordinaria, a medio camino entre el anecdotario y la confidencia en busca de complices. Lectura recomendada por la critica para disfrutar de una "buena salud neuronal".